Al Aire Libre

Te levantas una mañana fría y húmeda. Puedes ver el rocío en las azaleas afuera. Hay una pequeña telaraña vibrando mientras su hacedora se mueve hacia el centro de ella. Tus pies comienzan a mojarse mientras caminas. Las briznas de hierba se pegan a los dedos de tus pies. Y la vista, oh, ¡qué hermosa vista! Colinas onduladas y el cielo se pinta de un rubor rosa.

El sol te abraza con su calor. Y luego, te mueves debajo de un árbol, no hay más luz del sol, tan sólo una brisa suave y fresca. Escuchas el susurro de las hojas a tu alrededor. Una gota fría de agua baja detrás de tu cuello haciéndote suspirar.

Adentrándote hacia la naturaleza, hay una mezcla de un olor a tierra y flores. Mientras tomas algunas moras silvestres, te pinchas con algo, una espina o rama. Comes y degustas los sabores, tanto la acidez como la dulzura de las frutas.

download

Tenemos la capacidad fisiológica de percibir aquéllo a nuestro alrededor por medio de la vista, la audición, el gusto, el olfato y el tacto.

Así como tenemos una manera de sentir físicamente, creo que podemos sentir lo que sucede espiritualmente, mientras conocemos mejor a Dios.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corinthians 2:14 (RVR1960)

Fuimos concebidos en el viente de nuestras madres y no sabìamos nada del mundo exterior hasta que nacimos. Comenzamos a sentir y a medida crecìamos, nuestro cerebro comenzó a procesar mejor mientras nos familiarizábamos con nuestro alrededor.

Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

 Salmos 139:13,15 (RVR1960)

Funciona de una manera similar espiritualmente. El mundo natural refleja lo que sucede en el mundo espiritual. Comenzamos a oír a Dios, a sentir Su amor y a entender lo que Él quiere que hagamos para convertirnos en lo que Él quiere que seamos. Mientras lo conocemos más a Él, Él se revela a Sí mismo a nosotros por medio de Su Espíritu Santo y aprendemos a reconocer Su voz y el mundo espiritual.

Leave a comment